Junts prepara el 'efecto Puigdemont' con la incógnita de cuál será su impacto en la campaña catalana

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ostenta en estos momentos ningún cargo orgánico en Junts per Catalunya. Pero si quedaba alguna duda de su capacidad de liderazgo en la formación política que él mismo impulsó hace tres años y medio, las negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez han dado muestras sobradas.

El expresident no solo manda en Junts, también continúa siendo su principal baza electoral y el partido prepara con todo detalle el acto que protagonizará Puigdemont este jueves, a las 19.00 horas, en el municipio de Elna, en la Catalunya Nord.

Esta localidad es tierra catalana pero está bajo soberanía francesa, a muy pocos kilómetros de la frontera estatal. De cruzarla, le comportaría sin duda -a día de hoy- una detención asegurada, a causa de la orden de captura del Tribunal Supremo que rige en el Estado español contra el expresident.

Puigdemont anunciará en Elna sus intenciones para las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo. El secretismo envuelve a la decisión del expresident, aunque diversos dirigentes de Junts muestran su convencimiento de que el expresident encabezará la lista, sin que quede muy claro si es información o un deseo ampliamente extendido en el partido.

En cualquier caso, en Junts se habla estos días del "efecto Puigdemont" y se prepara el acto de la Catalunya Nord como un verdadero pistoletazo de salida en las aspiraciones electorales de los exconvergentes. 

Éstos se sitúan en intentar colarse en la pugna demoscópica por la victoria electoral que mantienen PSC y ERC, con los socialistas en cabeza. En caso de que sea Illa quien finalmente obtenga más votos, tratarán de conseguir pasar por delante de Esquerra. En todo ello, el "efecto Puigdemont" será "una palanca imprescindible", asegura un dirigente de Junts. 

¿Campaña presencial o telemática?

Pero hasta qué punto va a haber "efecto Puigdemont" en la campaña

electoral del 12 de mayo en Catalunya no dependerá solo de si se confirma que el expresident se presenta, cosa que ya no sería ninguna novedad, sino de los detalles de cómo encabece la lista de Junts.

Una de las principales cuestiones que la conferencia de Elna deberá clarificar es si Puigdemont está dispuesto a jugársela y hacer campaña físicamente en Catalunya, a expensas de una posible detención, o si su participación continuará siendo telemática desde Waterloo, con la promesa de retorno posterior para la investidura.

Esta última estrategia ya la planteó –e incumplió- en los comicios de

diciembre de 2017, con el artículo 155 de la Constitución en plena

aplicación. El impacto y la intensidad de ese "efecto Puigdemont" será muy diferente -en caso de presentarse- si repite el esquema de las elecciones de 2017 con la promesa de "si quieres que vuelva el President, vota al President".

De momento, hay versiones contradictorias al respecto en su entorno.

Su abogado y uno de sus principales asesores, Gonzalo Boye,

asegura que Puigdemont está dispuesto a regresar a Catalunya y que le

detengan. Por su parte, el también eurodiputado de Junts y persona de máxima confianza del expresident, Toni Comín, aseguraba recientemente en una entrevista en Vilaweb que "la posibilidad de un retorno antes de un debate de investidura es cierta.

"Pero que esté dispuesto a ello no quiere decir que haya que correr ese riesgo. Siempre nos ha tocado tener una doble actitud: evaluar los riesgos, tener poca aversión, pero también no intentar minimizarlos", señala Comín, y añade que "dado que el objetivo es la investidura, mejor hacerla sin riesgo de detención".

Desde Junts se insiste en acusar a ERC, en connivencia con los socialistas, de avanzar las elecciones para que la ley de amnistía no esté lista e intentar evitar así que Puigdemont se pueda presentar con todos los derechos restablecidos.

La investidura y los plazos de la amnistía

Por su parte, Boye apunta a que, ante esta situación, Puigdemont "asumirá las consecuencias de sus acciones" y añade que "no podrán impedir que sea president si él quiere serlo". En este esquema juega un papel relevante la ley de amnistía, que justo este martes ha entrado en el Senado y que tiene un largo y complicado periplo por delante.

Boye insinúa que, aunque Puigdemont fue detenido antes de la aprobación de la amnistía durante algunas semanas, en cuanto la ley esté aprobada debería ser liberado y ello le permitiría participar en una hipotética investidura que tendría de plazo hasta finales de julio para celebrarse antes de la convocatoria automática de repetición electoral. 

Desde Junts se asegura que si bien la amnistía no estará lista durante la

campaña electoral como protección para Puigdemont, sí se aprobará poco después del 12 de mayo. Defienden que, aunque los jueces demoren su aplicación, automáticamente decaerán las órdenes de detención y las medidas cautelares.

Por tanto, Puigdemont podría volver a Catalunya para ser investido president de la Generalitat en caso de ganar las elecciones. Probablemente, por ahí podría ir el anuncio que hará este jueves Puigdemont en Elna. 

En el imaginario independentista catalán, continúa manteniendo

una fuerza considerable la idea de que el retorno de Puigdemont a la

presidencia de la Generalitat supondría la "restitución" del president, que fue destituido el 2017 en aplicación del 155. Se trata de una destitución que las bases independentistas consideran "ilegítima" y que podría suponer un momentum para reactivar el procés de independencia.

Aunque algunos analistas señalan que en la decisión de Puigdemont sobre su retorno también pesará que Catalunya se encuentra en una clave de enfriamiento independentista y el hecho de que las elecciones se plantearán mucho más en clave de gestión de la Generalitat que de confrontación nacionalista. Gestiones como la sequía, las infraestructuras, la economía, la sanidad o la educación, ámbitos en que el expresident no está demasiado al día. 

Debate jurídico sobre la posible detención

Respecto a las consecuencias de su retorno y sobre si sería detenido o no, sobre la cuestión jurídica no existen certezas de lo que puede pasar en el periodo entre la aprobación de la amnistía y su aplicación definitiva. 

Si bien es cierto que, según el diario Ara, fuentes del Supremo aseguran que con la aprobación de la amnistía decaería la orden

de detención contra Puigdemont, otras fuentes jurídicas recuerdan que el expresident está imputado por terrorismo en el caso de Tsunami Democràtic.

Estas fuentes consultadas también señalan que está por ver si no se aplicarían medidas cautelares de cárcel en este caso, a la espera de decidir si la amnistía cubre o no el terrorismo en el formato que se incluye en el sumario. 

"La caída de las medidas cautelares no tiene lugar a duda según está

redactada la ley de amnistía, pero no está claro que eso ocurra antes de

que el afectado pida la aplicación de la amnistía en su caso y el juez

instructor o sancionador dicte que entra dentro del marco de lo amnistiable", asegura un abogado penalista.

El letrado añade que "si es el caso el juez puede congelar el proceso elevando consulta prejudicial a los tribunales europeos pero no mantener las cautelares". Asimismo, explica que "en el caso de Puigdemont, nosotros podemos concluir que su caso entra en ese marco de forma obvia pero al final lo deberá determinar el juez". 

"Que en medio de ello haya un bien superior como son los derechos

electorales y políticos de un candidato podría ser un elemento que

decantara la balanza frente a la duda y la complejidad jurídica, pero la

última palabra la tendrá el juez instructor –en este caso Pablo Llarena", añade el jurista. 

La incógnita sobre el futuro de Puigdemont en Europa

El otro elemento sustancial que este jueves debería quedar clarificado es el futuro de Carles Puigdemont como eurodiputado, un cargo que le ha reportado hasta ahora unos importantes beneficios en proyección política y seguridad jurídica.

El expresident sopesa si se presenta a las elecciones al Parlament aunque guardándose la baza de ser también candidato a las europeas del 9 de mayo, o solo a una de las dos, aunque el secretario general de Junts, Jordi Turull, considera que "sería extraño" presentarse a las dos elecciones.

De entrada, la actual condición de europarlamentario no le impide

presentarse en las elecciones catalanas del 12 de mayo, tal como ya hizo en febrero de 2021. Lo que sería incompatible es disponer de las dos actas de diputado a la vez y hace tres años renunció a la del Parlament para mantener la del Europarlamento.

Según fuentes de Junts, Puigdemont se decantaría de entrada por anunciar que se presentará a las elecciones catalanas y no a las europeas, pero habrá que esperar a ver si lo clarifica en la conferencia de este jueves o aplaza la decisión hasta después del 12 de mayo. 

Estas mismas fuentes consideran que anunciar que solo se presentará como presidenciable a la Generalitat daría mucha más credibilidad o "fuerza" –en palabras de un dirigente de Junts- al retorno del expresident. Lo contrario podría abrir una ventana de ambigüedad que podría desinflar las expectativas que Junts pretende generar en Elna.

Si se confirma que Puigdemont no encabezará la lista europea, el también eurodiputado en el exilio, Toni Comín, se postula y no descarta ser quien encabece la candidatura de Junts, asegurando haber hablado de ello con el expresident, ganador de las pasadas elecciones europeas en Catalunya. 

El retorno de Junts a la primera fila política

Junts ha optado por la recuperación del foco mediático y político aunque sea a costa de una maniobra de pactos con el PSOE que le comporta la suspicacia de las bases independentistas más unilateralistas.

La incidencia de Puigdemont en la política catalana y su ascendencia en determinados sectores independentistas de la sociedad

catalana hacen de él una figura a tener siempre en cuenta. No obstante, en los últimos comicios catalanes de 2021 se quedó en tercera posición, encabezando la lista de Junts junto a Laura Borràs. 

Ahora, con la convocatoria anticipada de elecciones al Parlament que ha firmado este pasado lunes el president de la Generalitat, Pere Aragonès, Puigdemont vuelve a ser la mejor carta para su partido, que tiene a su presidenta, Laura Borràs, inhabilitada. Borrás fue condenada  por las irregularidades cometidas cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes.

Su secretario general, Jordi Turull, también se encuentra inhabilitado, en su caso por la sentencia del Tribunal Supremo por el referéndum de 2017. Turull fue indultado -como el resto de dirigentes independentistas encarcelados- de su pena de cárcel pero no de la inhabilitación. 

La amnistía, que lo puede liberar de ésta, justo acaba de empezar su andadura en el Senado, con lo que el anuncio que pueda hacer Puigdemont este jueves marcará sin duda las elecciones catalanas del 12 de mayo y el futuro de la política catalana. De ahí la trascendencia de la conferencia del expresident de la Generalitat en Elna, que se tendrá que medir e interpretar palabra a palabra.