Ellas

El abuso sexual que no fue

Ya pasaron las navidades, esas bonitas fiestas donde se reï¿œnen gentes lejanas que como ya no se conocen despellejan las viejas cicatrices y las ponen a sangrar.

En el sillᅵn de enfrente, el salᅵn vagamente conocido, recordado, el hombre mira a la niᅵa. Te he traᅵdo un regalo, dice, y una bestia te salta en el estᅵmago. Agarras a tu hija por la cintura y la atraes hacia ti. Tumb, tumb,tumb, los primeros latidos en las sienes, sabes lo que te asaltarᅵ. Dᅵmelo, susurras colgando la mirada de un viejo retrato al carbᅵn, dᅵmelo a mᅵ que se lo doy. La crᅵa te mira, mira al hombre, y nota que tu cuerpo se ha tensado. Sabes que lo nota porque se refugia entre tus piernas y se encoge como el animalillo que es. Sus huesos casi no necesitarᅵan caja. No, mujer, que venga ella, dice. Ven y dame un beso, preciosa, te he traᅵdo un regalo, insiste.

Uno de los temas mᅵs difᅵciles de poner por escrito estᅵ en los alrededores de los abusos sexuales infantiles y en las entraᅵas del miedo que guardan. Describir el miedo que no tiene razones. O quizᅵs sᅵ, quiᅵn sabe. Que no tiene razones evidentes. Describir a la bestia que guarda la madre.

De repente te sientes ridᅵcula y el filo seco del miedo se convierte en una amenaza peor que la amenaza del hombre. Son dos amenazas. La del hombre. La del miedo. Son dos amenazas que quizᅵs no existen, pero tuyas. No cedas al miedo, te dices, deja ir a la niᅵa, es un amigo de la familia, a quᅵ viene esto ahora. Y mientras empujas a la pequeᅵa hacia el hombre notas cᅵmo la bestia sale de la cueva, tu bestia, cᅵmo te humedece el cuero cabelludo y te provoca un espasmo violento que nubla todo excepto la mano del hombre rozando el cuello de la pequeᅵa mientras le acerca el paquetito con lazo violeta y una gatita blanca que sonrᅵe como un cadᅵver.

El problema a la hora de asumir el terror que provoca la posibilidad de la agresiᅵn estᅵ en eso mismo, en que es sᅵlo posibilidad y en este mundo cuentan las evidencias, las pruebas. Mᅵs, las comprobaciones. Toda comprobaciᅵn viaja colgando de un a posteriori.

ï¿œEmpieza el baile! Levantas tu pantera con cautela y rescatas al animalillo en un paso de tango para atraerla a ti. ï¿œRas!, ya estï¿œs delante. No podrï¿œas decirle Vete puto, porque ï¿œl no ha hecho nada. No podrï¿œas decirle Huelo lo que vas a hacer, porque lo cierto es que aunque lo sepas, no lo sabes. Sï¿œlo es la bestia, tu bestia, tumb, tumb, tumb, pero la bestia no va a calmarse mientras esto dure. Y el tipo se levanta tambiï¿œn y se acuclilla mientras le dice toma, y tï¿œ –ï¿œdï¿œnde coï¿œo estï¿œn todos?– quieres gritarle No la toques, no te acerque un milï¿œmetro, pero te conformas con volver a cazarla al vuelo antes de que ï¿œl siga rozï¿œndole la cara.

Despuᅵs del temblor y la violencia vendrᅵ el desconcierto. Esa duda que araᅵa tu pantera: nada ha sucedido que no haya sucedido dentro.

Jajaja, quᅵ cosas tienen las niᅵas, ven cariᅵo, es que es muy tᅵmida, dame a mᅵ el paquete que ya se lo doy yo. Jajaja, lo miras y es la bestia quien lo mira, la pantera que defiende a la crᅵa, la memoria del dolor, la cicatriz despellejada. Jajaja, que cosas tienen las bestias, le dicen tus ojos, dame ese puto paquete y lᅵrgate de aquᅵ porque ahora van a salir las garras. Tus ojos son los de otra. Vᅵmonos, pequeᅵa, a ver si encontramos a tus amiguitas. Tumb, tumb, tumb, das la espalda a lo que no ha sucedido apretando las mandᅵbulas, las pantorrillas, los glᅵteos. Caminas lentamente como quien no teme a nada, jajaja, quᅵ cosas tienen las niᅵas, hacia la salida. Y la bestia, antes de volver a la cueva, echa una ojeada a lo que quedᅵ atrᅵs.


15 » Comentarios ï¿œQuieres comentar? Entra o regï¿œstrate

  1. Jo.Lopez 18.ene.2012 | 19:59

    #11

    Estoy con #5, si el relato se basa en una experiencia propia, la soluciᅵn es evitar el contacto. Yo sᅵ que tengo derecho a pasar en un paso de cebra, pero si el vehᅵculo que se acerca no se detiene el que sale perdiendo soy yo, independientemente de que tenga derecho o no. Por lo que procuro cerciorarme de que el vehᅵculo se detiene. A mis hijos, lo mismo, les digo: "mira a un lado y a otro y cuando el vehᅵculo se pare, pasas". Pero a cruzar la calle por un paso de cebra no le llamo: "historia de un atropello que no fue".

  2. MIAUUUU 18.ene.2012 | 19:50

    #12

    EN LA PAGINA DE INICIO HAY UN ARTICULO DE UNA JOVEN IRANI A QUIEN LOS DOGMATICOS PRIMITIVOS... NO DEJAN REGRESAR A SU PAIS POR HABER POSADO DESNUDA...PERO NO SE PUEDE COMENTAR LA NOTICIA...ESPERO QUE SE TRATE EN ESTE BLOG EL TEMA PARA NO PODER COMENTARLO TAMPOCO...ASI NO PODRIA DECIR QUE SON CIEGOS PORQUE NO VEN QUE BAJO CADA ROPA HAY UN CUERPO DESNUDO SEA CUAL SEA EL SEXO...Y EN CADA CUERPO UN ESPIRITU LIBRE E IGUAL SEA CUAL SEA EL SEXO...EL PECADO ESTA EN EL OJO Y LA MENTE DE QUIEN MIRA MAL...

  3. lumix 18.ene.2012 | 23:18

    #13

    Para los que no lo entiendan que vean Minority Report o la guerra preventiva de Bush. El miedo al otro y a uno mismo esta perfectamente representado, asᅵ como la soberbia del visionario dᅵbil.

  4. Juan_Nadie 19.ene.2012 | 01:54

    #14

    Es hombre, luego la presunciï¿œn de inocencia se va al garete. Paranoia en estado puro. Y luego, con todos esos miedos imaginarios en el cuerpo, nos quejamos de que nadie es fie de nadie.

  5. NNmesis 19.ene.2012 | 19:50

    #15

    ᅵParanoia, soberbia del visionario dᅵbil? No imaginᅵis lo que puede ser para alguien que de niᅵa pasᅵ por ese tormento lo que puede significar una escena como esa siendo ella la adulta y su hija la niᅵa...

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