
El cartel del Sevilla sobre Sergio Ramos que desató la indignación de parte de la afición Sevilla
Sergio Ramos y su aventura mexicana en el Rayados: una huida hacia delante o un final digno a su carrera
El central está a punto de firmar por el conjunto mexicano en una de sus últimas experiencias en la élite con 38 años.
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254 días han pasado ya desde que Sergio Ramos disputara su último partido oficial. Hay que remontarse al 26 de mayo del año pasado, en la última jornada de La Liga en la que el Sevilla perdió con el Barça, para encontrar la última aparición del defensa andaluz sobre un terreno de juego.
Aquel día finalizó su vínculo con el Sevilla en una segunda etapa que pasó con más pena que gloria. La crisis permanente en la que vive instalado el conjunto hispalense en los últimos años no ayudó a que el regreso de todo un mito estuviera a la altura, y terminó saliendo de nuevo casi por la puerta de atrás.
Ahí se desató esta especie de calvario que está a punto de llegar a su final. Ramos no consiguió encontrar ninguna oferta que colmara sus expectativas durante el mercado de verano. Llegó incluso a rechazar la posibilidad de irse a Arabia a jugar allí sus últimos encuentros a cambio de una buena suma, pero él se veía todavía competitivo para la élite.
No llegó nada atractivo y ahí se abrió un paréntesis que todavía dura, aunque ya ve la luz al final del túnel. Finalmente no seguirá en el fútbol europeo. No habrá Champions ni ninguna gran liga para él, pero al menos podrá volver a vestirse de corto en competición.
El Rayados de Monterrey acude a su rescate para forjar una alianza beneficiosa para ambas partes. Sergio Ramos atravesará kilómetros para competir por primera vez al otro lado del charco. Se asoman los últimos pasos del sevillano en el fútbol profesional con una aventura que está a medio camino entre la huida hacia delante por no tener nada mejor y un final digno y distinto a una carrera envidiable.
La última opción
Sergio Ramos regresó al Sevilla en el verano del 2023 para reverdecer viejos laureles. Aquella operación significaba dejar el lujo y las cifras millonarias del París Saint-Germain para volver a los orígenes, al club de casa para reconectar con sus raíces como futbolista.
La temporada no fue ni mucho menos perfecta y los caminos de ambos volvieron a separarse. Ya había síntomas de agotamiento en Sergio Ramos. Con 38 años y después de tantas temporadas al máximo nivel, es lógico que el cuerpo se resienta.
Había quien hablaba ya de la retirada, pero su gen competitivo le impide valorar esa opción todavía en el corto plazo. Estaba convencido de que llegaría una oferta digna en un equipo con ciertas aspiraciones. Esperó y esperó, pero no llegó nada que le convenciera del todo... Hasta ahora.
El Rayados de Monterrey es un destino inesperado, pero un auténtico salvavidas a estas alturas de la película. Pese a su inactividad en el césped, Ramos no se ha descuidado lo más mínimo y se ha machacado en el gimnasio día a día para mantener su tono físico.
Seguramente no llegará en la mejor condición a la liga mexicana, pero ni mucho menos estará fuera de forma. Eso sí, seguro que si hubiera esperado al final de esta temporada la mayoría de las puertas se le habrían cerrado para siempre al zaguero.
Por eso su decisión se entiende a medio camino entre un recurso casi desesperado por mantenerse en la rueda del fútbol, y la demostración de que todavía está para rendir en el deporte a un nivel competitivo.
Quien se frota las manos es la liga mexicana. En el Rayados sueñan con cerrar la operación cuanto antes: "Me encantaría el fichaje de Sergio Ramos, se diera o no. Sumar a un jugador con la trayectoria, personalidad y jerarquía de Sergio sería algo importante", comentó Demichelis, ahora en el equipo mexicano.
Allí el ex del Real Madrid concidirá con Sergio Canales, otro exmadridista, y con Óliver Torres. Dos españoles que harán más sencilla la adaptación a un territorio inexplorado para él. Sergio Ramos derrochará su habitual energía por los campos mexicanos.